domingo, 25 de abril de 2010

Cemento IV - Colocar en su sitio una Piedra de Musgo desprendida



Si un día al salir de casa os encontráis, como el caso que nos ocupa, una Piedra de Musgo en el suelo, no preocuparos todo tiene solución.


Preparando un poco de cemento, en un par de horitas la pared se encontrará como antes.






En el dibujo que aparece a continuación se puede observar la proporción de cemento y arena que tenemos que utilizar. El que quiera mayor información puede consultar el archivo "EL CEMENTO I " ; Como hacer cemento", publicado en este mismo blog el 12 de Junio del 2008.


Para más comodidad pongo aquí la página web para que no perdáis tiempo en la búsqueda.


http://mini.lacoctelera.net/post/2008/06/12/el-cemento-i-como-hacer-cemento






En la segunda foto se ve con más detalle el hueco que ha dejado la piedra al desprenderse. Esta zona hay que humedecerla en repetidas ocasiones antes de colocar la piedra caída. Haciendo esto lograremos que la masa de cemento que coloquemos entre esta y el muro ligue mejor entre si. Si no lo hiciésemos el polvillo existente entre los ladrillos haría de repelente y al secar el cemento nuevo se endurecería al margen del antiguo de la pared, por tanto tendríamos el riesgo de otro desprendimiento en el futuro.




Una vez preparada la masa de cemento nos fijaremos que al coger una porción de la misma con la paleta, esta no se desprenda cuando la inclinemos. Para lograr esto hay que controlar muy bien la proporción de agua. Lo mejor, si no tenemos experiencia, es echar agua poco a poco en el recipiente y mezclar con el cemento y la arena hasta que tome una consistencia pegajosa. Si vemos que nos hemos pasado de agua y la masa es muy liquida y se cae de la paleta, entonces hay que añadir nuevamente más cemento y arena. Si no lo hacemos así, cuando pongamos la piedra en su sitio todo el cemento rebosará y se derramará hacía abajo manchando toda la pared y dejando todo hecho un asco.



Cuando logremos la consistencia arriba indicada, echamos la masa en la parte de atrás de la piedra con la ayuda de la paleta. A continuación colocamos esta con cuidado en su sitio y con la ayuda de una maza de goma golpeamos poco a poco hasta que se sitúe al mismo nivel que las piedras vecinas. Hay que ir retirando cuanto antes la masa que va sobrando por los bordes para que no se adhiera al resto de la pared. Posteriormente cuando veamos que la piedra esta colocada a nuestro gusto, hay que entretenerse un poco en lograr un acabado lo más discreto posible, para que cuando venga algún amigo podamos lucirnos un poco. Para conseguir este objetivo tendremos que dejar los bordes de la piedra con suficiente cemento como para que no se vean huecos y limpiar con un trapo o un cepillo los restos que queden antes de que se sequen.



Por último, como veis en la foto de arriba, hay que sujetar la piedra de alguna forma mientras se seca el cemento ( unas dos o tres horas). Yo he optado por colocar una baldosa vieja haciendo ángulo contra el suelo, pero se puede poner un trozo de madera, un trozo de tubería, etc.
Mientras se seca y cuando veáis que al tocar el cemento ya esta algo duro, es conveniente humedecer de vez en cuando toda la zona en la que hemos trabajado, para que este tire poco a poco. De esta forma lograremos que no se produzcan grietas cuando se seque definitivamente.


De verdad que se tarda más en contar esto en el blog que en hacerlo.

sábado, 24 de abril de 2010

Alicate de presión casero II

Tengo un Mp3 que desde hace unos meses no funciona, porque la batería está estropeada.



Intenté a través de la casa oficial del aparato comprar una nueva. Tras varios meses de espera las baterías que me ofrecieron eran carísimas, vamos que salía mas barato comprar uno nuevo.



Como me gustaba el que yo tenía, busqué en tiendas de electrónica otras baterías que me pudieran servir. No fue nada fácil porque no todas se dedican a estas cosas, pero encontré una tienda en Móstoles, bastante buena, que tenía alguna que encajaba en el interior de mi Mp3. Es la que veis en la foto de color plateado.


Como es muy difícil que tenga las medidas exactas hay que elegir la que más se adecue a lo que queremos y luego si vemos que se mueve dentro del aparato se puede fijar en el interior con cinta aislante. También se puede emplear para rellenar el espacio sobrante algún trozo de corcho blanco o goma espuma que tengamos y podamos reciclar de algún embalaje.



El único problema que me encontré con este tipo de baterías es que como sirven para distintos aparatos hay que soldar los bornes de la misma a los cables del Mp3.



Al ser el tamaño de sus elementos muy pequeños os pongo estas fotos para que veáis que no es tan difícil hacerlo. Si utilizáis el truco de los alicates de presión caseros es muy fácil colocar y preparar todas las piezas para realizar la soldadura.


Si no tenéis soldador podéis conseguir uno barato en cualquier tienda de electrónica. Es una herramienta que no se suele utilizar con mucha asiduidad.



La tarea hay que hacerla en el orden siguiente:


Primero hay que desoldar de la batería antigua los cables que la unían con el aparato, en las fotos se ven de color rojo y negro. Se puede observar igualmente en el extremo del cable, la clavija de plástico blanco, que sirve para conectar la batería al Mp3.


Segundo hay que soldar esos mismos cables a la nueva, teniendo mucho cuidado en colocar los polos en su sitio. El cable rojo es el positivo y por tanto se tendrá que soldar al borne positivo y el negro es el negativo y por tanto habrá que hacer lo propio con el borne negativo.


Si sujetáis las piezas como se ven en las imágenes os quedarán las manos libres para coger el soldador con una y el estaño con otra.


Como veis las gomas para convertir un alicate normal en uno de presión, se pueden colocar o bien en el mango ( alicate rojo) o bien en las puntas (alicate negro).



Si queréis podéis leer el archivo que publiqué el 28 de marzo 2009 y así veréis otras utilidades que tiene este mismo truco.


La tienda de Móstoles está en la Plaza de Valencia 4 junto a la calle Barcelona y se llama Amitronica. Os doy la dirección ya que tienen un montón de cosas que pueden ser de vuestro interés.

domingo, 18 de abril de 2010

Arreglo de valla.

El invierno que estamos teniendo es de aúpa.


Con estas lluvias, el frío y el viento, no estamos exentos de tener un percance como el que se puede observar en las fotos. A mi como veis me sucedió con el material de
protección visual de la valla. Con los fuertes vientos los cordeles que unen las diversas cañas sintéticas se rompieron y por tanto empezaron a caer al suelo y a volar por los alrededores. Es normal que con el tiempo, la acción del sol y el cambio de temperaturas, estos cordeles pierdan sus características originales y se deterioren.



Cuando os suceda esto podéis optar por poner una protección nueva o reparar la antigua, pero en ambos casos os veréis obligados a fijar la misma a la estructura de la valla.



Para hacer esta labor de una forma más cómoda os sugiero, que si queréis sujetar el material mediante un cordel, utilicéis el siguiente truco:


En los puertos de mar y en algunos comercios del interior que se dedican a los artilugios pesqueros existen unas agujas especiales que los pescadores utilizan para reparar las redes de pesca. Si tenéis oportunidad de encontrar alguna es conveniente comprarla para hacer el trabajo que nos ocupa. Estas agujas tienen la particularidad, dada su forma, de permitir enrollar una parte importante de cordel en su interior. De esta forma es mucho más fácil coser la estructura e ir soltando cordel según lo necesitamos, en vez de hacer la tarea con un cordel larguísimo enrollándose y enganchándose en cualquier sitio.



Antiguamente estas agujas se conseguían utilizando una espina de pescado, pero actualmente las hay de material sintético.


Si os resulta difícil encontrarlas, podéis fabricaros una con un trozo de alambre grueso como el que veis en la foto.



Este no está hecho con demasiada precisión, porque lo tuve que hacer deprisa y corriendo, ya que el viento me estaba destrozando la valla. No obstante si os fijáis, y tenéis más tiempo que yo, hay que ir dando forma al alambre con el objetivo de dejar una parte interior en forma de uso, para permitir al cordel enrollarse en su interior. Se puede utilizar un poco de cinta aislante para fijar el cabo del cordel al alambre.



Cuando atéis con el cordel, las diversas piezas a la estructura de la valla, hay que prestar mucha atención al hecho de ir dibujando con el mismo una línea lo más recta y horizontal posible, porque si no visualmente queda una chapuza. . Al comenzar la tarea no es fácil lograr esto, pero enseguida se coge el truco. Merece la pena intentarlo, el resultado será de lo más profesional.



En la última foto se puede ver más o menos como puede ser el resultado final. Yo, ante la prisa, elegí atar de diez en diez piezas, pero lo mejor si tenéis tiempo es hacerlo de una en una


No quiero terminar sin aconsejaros adquirir la costumbre de recolectar tozos de alambre que os encontréis en la calle ( siempre que no estén roñosos). En casos como he contado en este archivo pueden venir muy bien. " Quien busca, halla". Es bueno aprender a dar una nueva utilidad a las cosas, hay que reciclar.

sábado, 17 de abril de 2010

Como evitar que la aves se cuelen por la chimenea.

El verano pasado me sucedió algo de lo más desagradable. Estaba con la familia en Londres visitando la ciudad tal feliz en un autobús típico de dos pisos, cuando de repente me suena el móvil mandándome la señal de haber saltado la alarma de mi casa.



Se acabó la felicidad, será posible, con lo bien que lo estábamos pasando.



Rápidamente llamé a mis padres y les pedí que se acercasen para ver que pasaba. A las pocas horas afortunadamente todo se quedó en un susto.



¿Queréis saber que paso?. Pues sucedió que el intruso que entró en casa era una cría de Lechuza que sin querer se había caído por la chimenea. Como es un animal protegido, hubo que llamar a la Policía Municipal para que se hiciese cargo de ella.



La aventura se quedo como he dicho en un susto, pero no por ello terminó aquí el problema. Cuando llegamos de vacaciones e inspeccionamos la casa con más detenimiento, nos encontramos que la lechuza en su caída se había tiznado las alas con el hollín y al revolotear en su intento de salir, había puesto todo manchado de negro. Las paredes, los sillones y el resto de los sitios donde se había posado estaban todos manchados.



Para solucionar definitivamente este tipo de problemas os cuento en este archivo la tarea que yo hice que es muy sencilla si vuestro tejado es accesible.



Resalto en negrita este detalle que es importante. No sea que por solucionar un problema, tengamos otro mayor. En los tejados hay que trabajar con seguridad, hay que sujetarse bien con un arnés, etc...
Si podéis hacer esto, la tarea que os propongo es muy fácil de realizar.



Tenemos que conseguir una malla metálica algo más grande que la medida de la abertura del hueco de la chimenea. Comprar tacos, arandelas y tornillos a ser posible inoxidables. Y con la ayuda de una taladradora, con la opción de percusión, ir fijando la tela metálica más o menos como se ve en las fotos.




Tenemos que intentar que la tela se quedé algo tensada para que no se mueva con la fuerza del viento. Puesta así será más duradera y nos evitaremos la molestia del ruido que provocaría su movimiento.



El sobrante de la tela metálica ya sujeta, lo podemos recortar con unas tijeras de cortar metal, que es una herramienta que es aconsejable tener, ya que a menudo nos puede servir para sacarnos de algún apuro.


No esperéis ha realizar esta tarea en el verano, es mejor hacerla en esta época y cuanto antes. Es ahora cuando las aves están nidificando y es fácil que elijan vuestra chimenea para dicho menester. Cuando los polluelos hagan sus primeros intentos de volar no es difícil de imaginar donde van a ir a parar.



Ya me contaréis que resultado os ha dado.