El truco es el siguiente:
Hay que colocar alrededor del aspersor o del difusor cuatro piezas de material de construcción. Sirven unos simples ladrillos si no tienes otra cosa a mano, pero el resultado tendrá un aspecto más estético y bonito si colocar alguna pieza de barro cocido rustico. Las que se utilizan para construir las barbacoas tienen un aspecto estupendo y visualmente quedan muy bien.
Hay que enterrar las cuatro piezas alrededor del aspersor formando un rectángulo, de forma que sobresalgan lo suficiente para que el perro no lo pueda alcanzar con los dientes y teniendo cuidado de no pasarse para que las cuchillas del cortacesped no choquen con ellas. Esta medida que no se tardo mucho en hacer a mi me ha dado muy buen resultado. El perro no puede meter el hocico porque no le cabe, de esta forma tu puedes estar tranquilo y el puede corretear con libertad por el jardín.
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