lunes, 6 de diciembre de 2010

Como reproducir las Margaritas del Cabo II

El otro día os conté como reproducir esta planta mediante semillas y esquejes.


Hoy toca contaros el tercer método que es el acodo aéreo.


Es muy fácil y aunque es algo más laborioso que los otros dos, es más agradecido porque las probabilidades de éxito son mucho mayores.


En la foto de abajo veis una planta grande que crece en una rocalla. Podéis observar que las ramas cuelgan un poco, sobresaliendo algo del cerco hecho con las piedras.



Si aprovechamos esta característica y colocamos una maceta de plástico pequeña de la forma que vemos en la imagen inferior, podremos desarrollar en la misma una planta totalmente nueva.


Se procede de la siguiente forma:


Primero llenamos la maceta de sustrato dejando un pequeño espacio para que el agua del riego o de la lluvia se acumule en la superficie. Es conveniente poner previamente unas piedrecitas en fondo de la maceta para facilitar la salida del agua y evitar el encharcamiento.



Segundo colocamos la maceta debajo de alguna rama tal como vemos en las imágenes., es preferible elegir las que son jóvenes y flexibles.


Tercero sujetamos la rama al sustrato de la maceta mediante unos alambres cortados en forma de u.


En este caso veréis, si os fijáis, que he utilizado dos. Lo fundamental es evitar en lo posible que la rama se mueva con el viento. Conviene que el alambre sea lo suficientemente grueso como para que aguante la presión de la rama.



Cuarto regamos regularmente para mantener el sustrato húmedo.


Al cabo de dos o tres meses en la rama se habrán desarrollado raíces aéreas que por si mismas se enterraran en la maceta buscando la humedad.


Podéis aprovechar el riego automático del jardín para no tener que estar pendientes de regar con la regadera.



Quinto cuando veamos que por los agujeros de la maceta empiezan a sobresalir las raíces, ya es hora de separar la nueva planta de la planta madre. Con unas tijeras de podar cortamos la rama tal como vemos en las fotos y listo.


Ya tenemos las nuevas plantas dispuestas para transplantar donde queramos.


Si os fijáis algunas macetas parece que están rotas, pero no es así, las he cortado a posta porque algunas ramas al ser grandes no se doblan lo suficiente y por tanto no se pueden fijar con los alambres al sustrato.



Si con unas tijeras cortamos un pequeño trozo de maceta podemos facilitar mucho esta operación, permitiendo así un contacto mayor entre la rama y el sustrato.


Estas plantas que veis empezaron el proceso en el mes de junio y en septiembre ya las pude separar de la planta madre.



Menos mal que hice esta operación, porque si no en estos momentos no tendría ninguna planta en el jardín.


Este invierno ha sido tan duro, que las que tenía en la rocalla han quedado fulminadas. Las nuevas plantas las coloque en unas jardineras que están menos expuestas al viento de Enero y por suerte han podido sobrevivir.


Hay que recordar que aunque son plantas resistentes, cuando la temperatura sobrepasa los tres o cuatro grados bajo cero, la planta se hiela.


En cuanto se hagan más adultas haré la misma operación de multiplicación y las devolveré a la rocalla.


A mi me parece una planta estupenda, que alegra mucho la vista tanto en las terrazas como en el jardín.

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